8 rebanadas de pan de un centímetro de grosor del día anterior, 3 tazas de leche, 50 g. de azúcar, 2 cucharadas de leche condensada, canela , 1 huevo, 1/4 l. de aceite (que no sea de oliva)
Tostar un poco el pan. Calentar en un cazo el azúcar, la leche y la leche condensada. Poner a macerar las tostadas de pan en esta mezcla durante toda la noche. Por la mañana el pan habrá absorbido todo el líquido. Calentar el aceite en una sartén. Pasar las rebanadas de pan por el huevo batido y freírlas en el aceite caliente. Cuando estén doradas, retirarlas y dejar escurrir sobre un papel absorbente o una escurridora.
Colocar las torrijas en una fuente plana y espolvorearlas con azúcar y canela molida antes de servir.
Muy rico, muy rico. Lo próximo frixuelinos...
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