Si se compran frescas desprenderán un olor suave y tendrán la piel tersa y brillante y las agallas de un color rojo intenso. si se guardan en el frigorífico deben consumirse en dos días.
- En lata pueden comerse con las espinas, que son una gran fuente de calcio´
- En escabeche es la forma casera de conservarlas.Límpialas, enharinalas y fríelas con ajo. Colocalas en una fuente de cristal y cúbrelas con aceite, vinagre, pimentón, laurel, tomillo, orégano y pimienta negra.
- A la brasa quedarán tiernas y jugosas si las cocinas enteras. Para evitar que se peguen, antes de cocinarlas, riégalas con una mezcla de aceite de oliva, ajo, sal y perejil.
"Son ricas en ácidos grasos omega 3 que resultan saludables para el corazón, ya que reducen los niveles de colesterol malo y los triglicéridos".
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