
No necesito casi nada:
una mano cordial, una quimera,
una amistad lejana y perdurable,
un pájaro que vuele, alguien que quiera
o se deje querer, una sonrisa
o una mañana asi de primavera.
Eso es todo. Y no es nada.
¡Qué fácil ser feliz! ¡Quién lo dijera!
Si, ser feliz es fácil, lo que no es fácil es dar con el modo de serlo.
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